Lo mejor es echarle imaginación. Por qué no atrevernos también con la ropa?
Una camiseta básica
Unos cuantos botones feos de camisas viejas.
Unas gotitas de alegría para animar.
Aguja, hilos y paciencia.
Y a coser!
Y el resultado es este:
Y os dejo unas fotos de mi primer encargo: bizcochitos de chocolate con cítricos.
Para chuparse los dedos!
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